InicioPolíticaGustavo González: Ninguno tiene la lapicera, cada uno tiene una parte

Gustavo González: Ninguno tiene la lapicera, cada uno tiene una parte

En diálogo con Canal E, el analista político Gustavo Damián González asegura que el justicialismo encontró cohesión frente al temor de perder territorio en manos de La Libertad Avanza.

Reencuentro peronista: unidad impulsada por el temor

Hay fumata blanca y van a ir juntos”, sentenció el entrevistado sobre el futuro del peronismo bonaerense. La reunión entre Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa dejó en claro un consenso fundamental: un frente común para enfrentar las elecciones intermedias en la provincia.

El Poder Judicial unificó lo que la política en principio no había podido unificar”, remarcó, en referencia a los últimos acontecimientos judiciales que golpearon al espacio. El acuerdo se basa en una estrategia electoral clara: un frente anti-Milei, y la definición de candidaturas en las ocho secciones electorales bonaerenses.

La “letra chica” del acuerdo y el poder fragmentado

González explicó que ahora se negocia la “letra chica”: los nombres que ocuparán los primeros, segundos y terceros lugares en las listas. Sobre el reparto de poder, fue contundente: “Ninguno tiene la lapicera. Cada uno tiene una parte.”

Kicillof tiene el Estado Provincial, que es casi ser un presidente en miniatura”, explicó, resaltando su peso territorial. Cristina Fernández, por su parte, mantiene “la legitimidad en la primera y tercera sección electoral”, mientras que Massa conserva su base en la primera sección, especialmente Tigre.

El mapa electoral: ocho secciones, múltiples realidades

Según el analista, la elección en Buenos Aires es compleja y segmentada: “Serán ocho elecciones con lógicas muy distintas.” Las dos secciones clave para el peronismo son la primera y la tercera, donde “se concentran más votantes y el PJ es fuerte”.

En el interior, representado por las secciones segunda a séptima, “en general ganan los no peronismos”, afirmó. La octava, La Plata, queda como un distrito competitivo. En ese marco, “si se unifica el no peronismo, ganan en cinco secciones; si se unifica el peronismo, ganan en las dos más importantes.”

El factor Milei y la resistencia del PRO

La situación dentro del PRO y La Libertad Avanza también impacta en el ordenamiento peronista. “Se juntan en función de un otro que consideran un enemigo. Los une el espanto”, subrayó González.

La falta de definiciones concretas dentro del mileísmo genera incertidumbre entre los intendentes del PRO, que temen perder sus municipios si se alían con un actor con ambiciones territoriales.

Radicalismo: la incógnita en el tablero político

El radicalismo aparece como un actor con mayor libertad relativa. “La foto de hoy del radicalismo dice que van a ir por una línea intermedia”, dijo González. Esa línea incluiría alianzas con el Partido Socialista, la Coalición Cívica y figuras peronistas como Gray y Zamora.

Sin embargo, la estrategia conlleva riesgos: “En los grandes municipios necesitan el 8,33% de los votos para acceder a un concejal; en los pequeños, un piso del 33%”, explicó.

Intendentes peronistas: candidaturas testimoniales

Otro punto fuerte del acuerdo peronista fue el rol de los intendentes: “Van a encabezar las listas de concejales como candidatos testimoniales”, afirmó el analista. La lógica es simple: “Los intendentes son dueños territoriales de los votos.”

Un escenario abierto y disputado

Con un sistema electoral que varía según el tamaño del distrito, la composición de alianzas será decisiva. “Donde no gobierna ni el PRO ni el radicalismo, La Libertad Avanza va a querer ir por todo”, advirtió González.

El panorama electoral bonaerense se presenta, entonces, como un ajedrez de múltiples piezas en movimiento, donde la unidad peronista parece, por ahora, una respuesta defensiva frente a una oposición todavía desorganizada.

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