Un encuentro sexual, un crimen y el Río de la Plata como protagonista. Yanger José Sánchez Pérez (31) fue encontrado muerto en su departamento céntrico de Montevideo, en Uruguay. La última persona que estuvo con él fue un argentino, con quien había pactado una cita. Luego se comprobó que el sospechoso regresó al país, donde finalmente lo detuvieron en Chaco como acusado del homicidio.
La Policía uruguaya constató que el 7 de junio pasado, Sánchez Pérez coordinó un encuentro con un joven, a quien conoció en una aplicación de citas.
El punto de reunión era el departamento en el que que el licenciado en Recursos Humanos de una firma industrial vivía junto con una amiga, sobre la calle Fernández Crespo, esquina Cerro Largo, en el barrio Cordón, de Montevideo.
Ese día, las cámaras captaron que el joven ingresó a las 16.04. Fue él quien tocó timbre e entró luego de que la víctima le abriera la puerta. Todo quedó registrado en imágenes.
La cita duró apenas 44 minutos. A las 16.48, el hombre se retiró, llevando una mochila negra. Cerca de las 21 regresó al departamento la amiga de Sánchez Pérez. La mujer no notó nada extraño. No había ningún mueble corrido o desorden en el lugar. Luego de cenar, se fue a dormir.
Al día siguiente le pareció raro no haber escuchado a su amigo en toda la noche, por lo que decidió ingresar a su habitación. Cuando abrió la puerta, encontró el peor escenario: Sánchez Pérez estaba muerto, tirado en la cama, boca abajo, desnudo y maniatado.
La mujer llamó inmediatamente a la Policía. Al llegar los agentes, relató lo sucedido y detalló que se habían llevado una mochila negra, unas zapatillas deportivas y una PlayStation 5, propiedad de la víctima. También notó que había un par de medias y zapatillas que no eran de su amigo.
La fiscal Mirta Morales, a cargo de la fiscalía de Homicidios de Segundo Turno de Montevideo, calificó al hecho como un «homicidio agravado«, ya que la autopsia determinó que la víctima murió de asfixia mecánica violenta.
La investigación
La Policía comenzó analizar las imágenes de las cámaras de seguridad para poder identificar al sospechoso. Esto, sumado a diversos testimonios, permitió rearmar los pasos que realizó el joven antes de llegar al departamento del licenciado en Recursos Humanos.
Aquel 7 de junio, el sospechoso se retiró del Centro Cultural de España cerca de las 15.30. Allí presentó su documento, por lo que los investigadores lograron identificarlo: Guido Adan Musin, de 22 años y nacionalidad argentina.
De allí tomó el colectivo de la línea 103 hasta la Facultad de Derecho de Montevideo. Caminó unas siete cuadras hasta la casa de Sánchez Pérez, donde era la cita. La víctima salió a recibirlo tras escuchar el timbre.
A las 16.48 Musin bajó del departamento, salió del edificio y volvió a caminar unas cuadras. Se subió a un colectivo de la línea 109 hasta la terminal de Tres Cruces, donde compró un pasaje para regresar a la Argentina en barco.
Un detalle: se había puesto un par de zapatillas negras Nike de la víctima y dejó las suyas en la escena del crimen, con sus medias.
Luego, nuevamente tomó un transporte público hasta un centro del Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay, donde pasó la noche. A las 14.35 se retiró del lugar hasta y regresó a la terminal de Tres Cruces, desde donde lo transportaron hasta Colonia.
Allí tomó un ferry que lo trajo nuevamente a Buenos Aires. El ingreso quedó registrado en la Dirección Nacional de Migraciones, según el reporte de la Policía de Uruguay, al que tuvo acceso Clarín.
De la investigación surgió que la víctima tenía agendado al sospechoso como “Guido Arg-Mtv« y que se habían contactado días antes por una aplicación de encuentros.
La caída en Argentina
Con toda la información recibida, la fiscal solicitó que se diera aviso a Interpol con una notificación roja. La División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA) supo que el sospechoso podría estar en Resistencia, Chaco, de donde es oriundo.
Fue entonces que el personal de la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales (DUOIE) de Corrientes de la PFA, dependiente de la Superintendencia de Agencias Federales de Investigaciones, comenzó a intervenir.
A partir de ese momento se realizaron tareas de seguimientos discretos, patrullajes cibernéticos y observaciones encubiertas, que permitieron saber dónde se encontraba Musin.
Finalmente, el joven fue detenido en la noche del 25 de agosto mientras andaba en bicicleta por el cruce de las avenidas Carlos María de Alvear y Avenida Belgrano, en pleno centro de la capital chaqueña. En su poder tenía un destornillador y un celular. Quedó a disposición del juez Ricardo Mianovich, del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 2 de Resistencia.
“El detenido era electricista, arreglaba heladeras y solía trabajar en fiestas en la noche como barman y tarjetero”, dijo a Clarín un investigador que participó del arresto.
La fiscal Morales tomó conocimiento y ordenó que se realice la extradición para poder imputarlo formalmente del delito de «homicidio agravado«, que prevé en Uruguay una pena de prisión de entre 15 a 30 años.
EMJ